Voy a
quemar los bombillos
para
brillar en tono oscuro.
Los
tediosos cromatismos habituales
aparecen
con la noche.
A veces
me asusta apagar la luz
porque
no puedo ver mi sombra.
Y, sin
embargo, el sol
puede
llegar a ser hermoso.
Siempre
y cuando
no me
alumbre
los
albores.
Es que
yo
solo
disfruto las auroras
que
amanecen en tus ojos.
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