Arcano XVII
Bendito sea el
año, el punto, el día,
la estación, el lugar, el mes, la hora…
la estación, el lugar, el mes, la hora…
Petrarca
Helo
ahí.
Toma
aviones que le canjean ruta a los albatros
para emigrar autista, hasta ignorar que el día
es perfecto por su culpa.
para emigrar autista, hasta ignorar que el día
es perfecto por su culpa.
Helo
aquí.
Ninguno
dijo lo que especulaba, ni explicó
dónde demonios es aquí.
dónde demonios es aquí.
Tú
convulsionabas en quiasmas de ansia y vacuidad.
Yo, sin
oxígeno, en asfixia racional.
Es ese
el amor, es ese el amor – gorjearon
niños alineados en tropel de rondinel
y descubrí a Medo, librándome de él.
niños alineados en tropel de rondinel
y descubrí a Medo, librándome de él.
Fue
perfecto.
Aedas
de la gleba, cantadlo a capella:
Per-fec-to
Recuerdo
que aquella vez cenaste con apetito,
espléndida vulgata de pasiones,
yo le hurtaba migas al palomar.
espléndida vulgata de pasiones,
yo le hurtaba migas al palomar.
Picoteabas
una a una, embrutecida
por un bramante fuego.
por un bramante fuego.
Sólo te
suplicaba ser real,
cuajado de rocío,
por un minuto de verte.
cuajado de rocío,
por un minuto de verte.
Evohé,
Evohé
-repetidlo aedas-
-repetidlo aedas-
Tú en
el lagar, yo en el lagar,
sobre orujos apilados
en el lagar
sobre orujos apilados
en el lagar
no
pensamos en desnudarnos.
Pero el
candil alumbró mi noción de tu piel.
Descubriste
que la luz vale la pena.
No
culmina ni se adiciona.
Es o no
es.
Hoy,
como aquella vez, opípara es la sed.
Se nos fraguan las manos en una distancia estelar,
el sol se enamora de la noche, y sonríes
mientras nos comemos los ojos
por los siglos de los siglos.
Amén.
Se nos fraguan las manos en una distancia estelar,
el sol se enamora de la noche, y sonríes
mientras nos comemos los ojos
por los siglos de los siglos.
Amén.
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