Bautizos
Yo
soy Abraham. Otro es Josué y otro Jonás
según
el agua de nuestro bautizo.
Atrás
están Moisés, el Pedro conocido,
la
hija de Lot y la reina de Saba.
Estudiamos
una escolástica atroz.
Había,
para nosotros, los libros, el espejo,
el
coñac para pobres y la resaca del vino.
Éramos
un poco de amigo entre todos,
una
amistad en telaraña.
Decidimos
irnos
y fue
la rosa del desierto quien guió.
Nos
quedamos solos, un día,
y al
fin nos encontramos: la barba
era
mullida y habían selvas en los ojos.
No
queríamos crecer. Sin embargo
las
estrellas que brillaban
quedaron
bajo nuestra cerviz.
Y el
mundo ya no era de porcelana.
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