Tan poco esfuerzo
Tan
poco esfuerzo en dormir sabiendo que tras la noche siempre acude puntual
la mañana incuestionable.
Tan
poco esfuerzo en esperar las estaciones, que siempre serán cuatro aunque se
asocien.
Tan
poco esfuerzo en prescindir de tus amigos, que ya cuelgan de sus esposas, como
llaves
que giran en un único sentido.
Tan
poco esfuerzo en aceptarlo todo y no pensar en si acaso giráramos la mano hacia
el otro lado,
abriríamos
la puerta de salida.
De: “En la salud y en la
enfermedad”
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