Era un árbol
para Vladimir Baiza,
con verdor
Ayer, en este mismo lugar, había un árbol.
Lo dejé cimbreante bajo la tormenta.
Pero
ya no lo encuentro
y con él se ha borrado el mar el amar el fresco amanecer
que bajo su sombra
compartí.
Eso me hace naufragar en busca de un recuerdo que concuerde con este
rudo sitio
que a pesar del indómito calor
se me presenta frío
desconocido
espectral.
¿Será que hoy, en algún lugar,
a las hormigas les pesa el alma de ese árbol
como me pesa a mí continuar respirando entre estos hombres?
para Vladimir Baiza,
con verdor
Ayer, en este mismo lugar, había un árbol.
Lo dejé cimbreante bajo la tormenta.
Pero
ya no lo encuentro
y con él se ha borrado el mar el amar el fresco amanecer
que bajo su sombra
compartí.
Eso me hace naufragar en busca de un recuerdo que concuerde con este
rudo sitio
que a pesar del indómito calor
se me presenta frío
desconocido
espectral.
¿Será que hoy, en algún lugar,
a las hormigas les pesa el alma de ese árbol
como me pesa a mí continuar respirando entre estos hombres?
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