lunes, 21 de octubre de 2019

PEDRO GANDIA




  
Último invierno en Taormina del Barón Von Gloeden



Si, en este atardecer tan frío, la Belleza
Requiere a su cronista, urgente él corre a ella
Y fija y diviniza
Aquí estos suaves muslos, ahí esos ojos negros.

Sobre la fría arena, adolescentes
Desnudos representan, peor que actores pésimos,
A un esbelto chapero o Apolo de arrabal,
A un Hermes de extrarradio rascándose la pelvis,
A un rijoso Eros agitando la lengua.

Expira en un nocturno perfumado de luna.
Y sólo queda el mar,
Para siempre,
De un sepia luminoso.


(06/1984)



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