martes, 4 de febrero de 2020

RAÚL HERNÁNDEZ NOVAS






“ESTA PIEDRA QUE AMA, Y AÚN BUSCA
expresarse por su lodo o su brillo,
esta piedra con lluvia, que escapó
a todo edificio, sumergida
en el trote de las bestias como en un río,
esta piedra en que suena la llanura,
sobre la cual el agua lanza
su queja, esta piedra que el arroyo,
que el viajero maldice con torpe remolino de palabras,
esta piedra dura, barrosa,
pelada, desnuda, oh Gelsomina, tendrá su razón, tendrá
    su cifra
pues si no, qué sería de los astros
y sus órbitas fijas, los enormes ojos de su desconcierto
cuando en la noche le hablan como a pequeña hija…
(En esa piedra tropezó el camino,
en esa piedra que no ama
y está bajo los cielos, ignorante
de todo, asno parado sabiamente.)
Toma esta nube ciega, guárdala en tu mano,
este pedazo de agua dormida, que no puede llorar,
responde a la sonrisa de su brillo
humilde, tenla en cuenta, no la arrojes,
esta piedra que ama, sola, dura,
desnuda, áspera, barrosa,
esta piedra que ama, no la dejes, guárdala en tu mano.
O déjame rodar, y besar tus caminos.”


a M. P. R.


De: “Da capo”

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