Oración a la desesperanza
Noche
sin luna
y
yo aquí.
Ni
velamen ni vientos,
ovillado
en la noche
interrogante
signo sin frase.
Y
este dolor
sin
raigambre en las cosas
–fantasma
sin memoria–
¿vino
de un mundo donde no hay ojos,
que
velen a la muerte?
Quiero
solamente,
en
bautismos de alegría y de dolor,
apretarme
a la Tierra
bajo
el ala quebrada del desvelo.
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