Empecemos ya
El
árbitro no se decidía a tocar
el silbato; nadie entendía lo que
podía estar pasando.
Julio Lareu
el silbato; nadie entendía lo que
podía estar pasando.
Julio Lareu
La
vida
a qué hora empieza
sus turbaciones
sus malandanzas
sus buenas maneras
los balbuceos tras las fórmulas felices
las combinaciones perfectas
las caídas
en los precipicios en la vulgaridad
etcétera.
a qué hora empieza
sus turbaciones
sus malandanzas
sus buenas maneras
los balbuceos tras las fórmulas felices
las combinaciones perfectas
las caídas
en los precipicios en la vulgaridad
etcétera.
De: “Comer y comer”
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