miércoles, 17 de junio de 2020

JORGE MADRID




Tizoc



desde un llano remeda el aullido
de los coyotes,
como presagio de la llegada
de una serpiente colmada de hombres,
desplazados de los pueblos de Lempira.
Tizoc asustado le habla a Xólotl
y escuchá su lengua desde un pájaro
oculto en un tamarindo.
La silueta del xoloitzcuintle es una obsidiana,
que oculta la nostalgia del maíz.
Cae la lluvia
y la noche es un fruto que se pudre,
colgado en los espejos.




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