miércoles, 17 de junio de 2020

WALLACE STEVENS




El hombre cuya laringe está mal



Esta época del año se ha hecho indiferente.
El moho del verano y la nieve apilándose,
Son ambos semejantes a la rutina que yo acostumbro.
Estoy demasiado mudamente en mi ser envuelto.

El viento atento a los solsticios
Sopla sobre los postigos de las metrópolis,
Inquietando a ningún poeta en su sueño, y tañe
Las grandes ideas de los pueblos.

El malestar de lo cotidiano...
Quizá, si el invierno alguna vez pudiera penetrar
A través de todas sus violetas hasta la pizarra final,
Persistiendo heladamente en una bruma de hielo,

Uno podría a su vez volverse menos tímido,
Fuera de tal moho arrancando un moho más ordenado
Y brotando nuevas oraciones del frío.
Uno podría. Uno podría. Pero el tiempo no se apiada.


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