Alguien enciende las luces del planeta
Para Zaida del Río
Entre
tus manos
y este objeto retórico que es mi corazón
el viento del Caribe ha completado un círculo
En
él se ve, como a través del agua,
la fronda que tu pulso dictó secretamente
para que mi palabra se echara a descansar
después de una larga jornada por el mundo
A
veces sucede una llamada nocturna
y tengo que desandar la trama de las hojas
hasta llegar a ese punto donde sólo tú eres posible,
animal entrampado bajo su desnudez de miedo
Hay
quienes padecen la más cruel belleza
Cierra al dormir, amiga, la ventana
Sería fatal que te inundaras de estrellas
En
todo momento
un hombre enciende las luces del planeta
Basta para ello que dentro de su cabeza
alguien dibuje pájaros y árboles
Cuida
de mi voz como de un pobre perro
Es lo que tengo para salvarte y salvarme
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