Solteronas
Mis primas y yo,
no nos casamos.
Somos muy viejas para
los estándares mexicanos.
Y los familiares
sospecharon desde hace tiempo
que no estaremos más
de blanco.
Mis primas y yo,
somos solteronas
de treinta años.
Quién no vestiremos a los chicos,
y nunca santos –
aunque los desvestiremos.
Las tías,
se rindieron con nosotras.
No más codazos – Sos la que sigue.
En vez de –
¿Qué pasó en tu infancia?
¿Qué te dejaron todas estas adolescentes?
¿Quién te lastimó, cariño?
Pero estudiamos
matrimonios demasiado tiempo
Tía Ariadne,
Tia Vasti,
Comadre Penélope,
querida Malintzin,
Señora Cáscara de calabaza –
las lecciones nos sirvieron mucho.
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