martes, 18 de mayo de 2021

ALFREDO HERRERA FLORES

 

 

 

Oración no dicha

 



Quebrados la paz y el crepúsculo,
postergadas la celebración y la herida,
la espada final cumple su promesa:
brillo y santidad.
Lejos la vicaria de la palabra cae en forma de ocaso.
¿A quién dirigirme en mi oración? ¿al mar?
¿a las montañas y su soberbia?
¿a la tumba de mi antepasado?
Mi cabeza enfrenta la duda
y el sonido de un piano inmenso
que ardiente y real se agita cerrándome el paso.

 
Le hablo al aire y el aire escucha
en toda su dimensión.

 

De: “Causas naturales”

No hay comentarios:

Publicar un comentario