5.
Satriani
Oye,
gatito, te voy a contar la vida del humano
hay
postes desbarrancándose las últimas líneas con que jugábamos
edificios
construidos para adentro
para
que se diga que la unión existe
que
la guarida de ellos es mejor que la que tú construyes en los huecos de mi cama
pero
son solo cajas de arena haciendo montes de excremento
pero
son solo montes de excremento haciendo cajas a la vida,
creando
pliegues mal hechos, rasgando lo no instintivo de nosotros
El
pensamiento es lo que rasga, gatito
Decimos
que la vida es corta y mentimos
tenemos
que hacerlo,
porque
tú duras quince años
y
nosotros más
porque
tenemos que ir contra el tiempo para decir que nos iremos pronto
después
de ti
desde
este lado de estar parados esperando lo que no va a llegar
como
cuando un vidrio o mis brazos te impiden atajar una abeja
porque
cuidamos más de la cuenta
porque
el pensamiento es inseguro porque nuestras dudas son bigotes tuyos
pero
sin desarrollo y un salto puede ser una caída que no aprendemos
así
entrenemos como tú e intentemos inmovilizar cuellos
Sacamos
siempre las uñas porque el dolor para nosotros es magnético
no
es que se quema una casa y alguien corre a tus hombros para ser salvado
a
veces, solo nos sentamos a esperar el fuego y luego decir que las cenizas
nos
darán una nueva moral y que estar rotos es el paso a estar pegados
Pero
no es así, gatito, somos un error sin ensayo, con árboles para subir
pero
optamos porque ellos bajen a nosotros y nos sentemos en una talladura
como
el rey felino, pero sin sistema auditivo
Hemos
dejado de oír
no
tenemos un sinfín de llantos como tú de maullidos
tenemos
solo uno,
tan
estándar, tan constante que ya no suena a nada y no nos mueve a nada
no
tenemos patitas para no hacer ruido
inventamos
suelas para no mostrarnos
para
decir que hemos también intentado cazar aunque nunca hayamos corrido como tú
Y
cuando perdemos personas recogemos nuestras marcas, tomamos nuestros pasos
mientras tú dejas almohaditas en cada espacio que te pudo dar el amor
Nosotros
creamos mitos y representaciones, tu especie se vuelve uno
quizá
cuando te camuflas avizoras la guerra que no vemos
los
sismos que nos dejaron pensando si quedaríamos solos
sintiéndonos
la grieta de la pista donde cayeron nuestras ultimas compañías
y un
poco de la casa a la que no podríamos ya volver
y
otra vez, no tenemos almohaditas en los pies para entrar en otra
enrojecer
nuestra nariz, dilatar la pupila y mirar como si el rio se hubiera secado a
nuestro lado
y
suplicáramos agua y pidiéramos un bote para ahogarnos
así
alguien nos salvaría o seríamos otra especie con un pasado extinto
Pero
no, gatito, creamos ventanas no para mirar sino para mirarnos
para
creer que ya no reptamos, para no saber
que
nos estás cuidando la espalda cuando creemos que saltas para jugar
que
vigilas muertos para no acabarnos un día
y
decir que se pensó
que
la vida del humano,
alguna
vez, fue mejor que la tuya
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