La Higuera
la
tarde rodea con su abrazo
las calles angostas
y la escuelita
emplazada en el pequeño pueblo
cercano a la selva
los
rayos de sol que dan en la pared
dejan ver el deterioro
con furia estremecida
todo
el lugar a la redonda
está enmarcado
por un silencio
nauseabundo y líquido
una
puerta entreabierta
deja ver manchas de oscuridad
atravesadas por un hilo de luz
y más adentro
un catre
donde la presencia del hombre
reposa
No hay comentarios:
Publicar un comentario