Solaris
Me
detengo mojado en medio de una tormenta. Un niño y una niña corren a protegerse
bajo el puente del circuito de coches. Intento beber de mi taza que tiene más
agua de lluvia que té. Otra vez el caballo entró asustado en la habitación.
Otra vez ladra el perro como si viese extraños. Durante treinta segundos
flotamos de pronto en la lluvia con nuestros libros, la jaula con los
papagayos, el ramo de flores seco. La música de Bach en tus cabellos. Después
caemos suavemente en la hierba.
Hoy
me desperté y pensaba que yo era tu casa. Puesto que ya no espero nada.
De: “Tres poemas sobre Tarkovski”
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