jueves, 23 de septiembre de 2021

FRANCISCO VÉJAR

 


 

Follaje de corales



Era el tipo de vida que anhelábamos.
Paraísos artificiales y café en la mañana.
La casa llena de luz.
Nosotros caminando por la playa.

Era el tipo de vida que anhelábamos
aunque temíamos la caída de la tarde
e ignorábamos el tiempo en Quintay.

Nuestra realidad vista a través de un ojo de buey,
acompañados por el vuelo de aves marinas.
Sólo nos faltó escuchar el paso de las nubes
deteniendo por un momento lo inasible.

La brisa del mar viajaba con nosotros.
El cielo solía cambiar de apariencia.
Los pelícanos desaparecían en las islas.

En la casa nos esperaba la vaga sombra de nuestros cuerpos,
la luna que llevabas de una a otra habitación.
Era el tipo de vida que anhelábamos
aunque temiéramos la caída de la tarde.

 

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