Mujeres
de pechos diminutos
Vino
un puñal entre tus pechos
disponiendo
el racimo
del
único deseo.
Sangre
eres del día
miel
de aromas virginales
abanderando
al tiempo entre tus muslos.
Ave
nacida
al
gemir de tanta tierra
en
noche desafiante hacia el plumaje.
Mujer
de pecho diminuto,
del
poderío al silencio, soy tu soldado,
hacia
el manantial del sexo que promete.
Desafiante
muchacha
que
acaricias la soledad de tanta herida
permites
generosa que hunda mi raíz de ausencia.
Parece
un crimen
adueñarme
de tu aire
y
conducir el rayo virgen del mágico vuelo.
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