Límite
He
aquí un simple tubo rojo o la baranda junto al mar. A tus espaldas el camino
suave, limpio por la brisa de los vehículos; más atrás el sendero, la cortina
de los árboles oscuros, la última guardia de flores, quizás la vida.
He
aquí el límite. A tu frente el desorden, la libertad del viento, la línea azul
-que aún no es línea-, el agua que trepa y salpica cada vez en forma diferente.
Se puede pasar tardes contemplando el escurrir siempre distinto de la espuma
por las rocas.
Frente
a ti, el mar.
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