miércoles, 1 de junio de 2022

GIUSEPPE UNGARETTI

 

  

La muerte meditada


Canto quinto

 

Has cerrado los ojos,
nace una noche
nena de falsos huecos,
de ruidos muertos
como de corchos
de redes caladas en el agua.

Tus manos se hacen como un soplo
de inviolables lontananzas,
inaferrables como las ideas,

y el equívoco de la luna
y el balancearse, dulcísimos,
si quieres posármelas sobre los ojos,
tocan el alma.

Eres la mujer que pasa
como una hoja
y dejas en los árboles un fuego de otoño.

  

Versión de Jesús López Pacheco

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario