domingo, 28 de agosto de 2022

MAGDA PORTAL

 


 

 

Cuando llegó la hora, cayeron sobre sus pupilas los telones de la indiferencia
Le miró curiosamente —como una muñeca de biscuit
Tenía claridad de aurora en las pupilas, y las carnes suavemente rosadas
—Era una niña
Lloraba —estremeciendo la dulce masa de su carne
Le envolvió en unos trapos y se echó a andar por las calles —como siempre,
no llevaba dirección
Al fondo divisó en su mole blanca, el Hospicio de Huérfanos —Retrocedió
—Incubador de esclavos y asesinos
Caminó en sentido contrario —La masa negra del río, tan profunda y
tan negra, que parecía inmóvil, copiaba al panorama del cielo
Le miró largo rato recostada en un árbol
Después envolvió a la niña en su amplio abrigo, y sencillamente, la arrojó
El río se abrió en un punto para dejar pasar a la huésped —y se volvió
a cerrar
Solo un instante se quebraron las estrellas en sus ondas revueltas
La MADRE tomó el regreso a su posada —bañada de indiferencia—
Se insinuaba la aurora —como en los ojos de la niña
Todos los pájaros lloraban

 

 

 

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