domingo, 4 de septiembre de 2022

ALICE MEYNELL

 

  

La pastora

 

 

Mi dilecta Señora
es de ovejas pastora.
Rebaños apacienta
de pensamientos, que conserva blancos;
los libra de barrancos,
en la altitud fragante los sustenta
y al guardarlos, de noche, los recuenta.
Ledas colinas huellan sus pisadas;
valles seguros, hondos y señeros;
en aquel tierno seno los luceros
más puros pueden lanzar sus miradas.
Mi dilecta Señora
es de ovejas pastora.
De vista nunca pierde
sus pensamientos niños;
aunque trisquen y salten en lo verde
los cuida su cariño.
Tal es de circunspecta,
tal de recta,
por ser de su alma guardadora.
Mi Señora dilecta
es de ovejas pastora.

 

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