Autobiografía
sentimental
La
que compra flores y viste
los lares de su altar,
el fuego al viento
otorgado en sacrificio
y de Amor la cierva herida:
yo
soy yo
y la trémula rosa abandonada al mar.
Mi
epitafio, de líneas claras:
un silencio,
de un cisne el canto ahogado,
un frasco de perfume
sin terminar.
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