sábado, 22 de octubre de 2022

FELIPE MÁRQUEZ

 

 

Elisa

 

 

De pronto añoro a mi hermana Elisa
hermosa tras los atardeceres de abril,
recubierta por frondosas plantas tropicales
con una bella sonrisa encajada entre sus labios tenues,
presagios de un nuevo encuentro posible
más allá de las muertes cotidianas.
Conservo de ella su serenidad y su joie de vivre,
la siesta vespertina,
su lucha frontal contra las ardillas esquivas.
Debes conversar mucho con Julia nuestra madre pintora,
con Dumbo y Federico.
Monse, mi padre partero, te abrazará con ternura
como si fuese la primera vez.
Oh Kiralina, llena de amables detalles,
fuiste mi socia en esta vida pasajera,
ya nos reencontraremos a su debido tiempo.
Se han confabulado los dioses
para otorgarme un poco de felicidad civil.
Tomarás tu whisky de las seis, «On the Rocks»
acompañada por Felipe Montemayor.
Que viva la corroncha dicen los críos.
Costurera de trajes imposibles,
amiga de la sociedad amena y sus artilugios,
fuiste princesa de un cuento de hadas.
Despertar risueño y enamorado de la vida prodigiosa.
Salvoconducto para eludir los demonios y las bestias.
Caminarás por el bosque de Boloña como una dama encantada.
Te recuerdo protectora en París, 1961,
la primera vez que me monté en un metro fue contigo
era una tarde pacífica y parisina.
Compré una pequeña caja de Legos
y así construí una casa efímera,
todas lo son.
A veces sueño contigo en la distancia del tiempo remoto.
Escucho la sexta Sinfonía de Tchaikovsky, dirigida
por E. Mravinsky
y rememoro viejos encuentros musicales, en «Montemar» tu casa
de Los Chorros.
Dónde estará el osito japonés de madera,
sí, el de la buena suerte.
El San Antonio también, debe estar entre tus queridas miniaturas.
Hoy te recuerdo querida hermana con la voz afable
cortando mi cabello en 1979 con una afilada hojilla de barbero,
te admiré en secreto, ¿para qué negarlo?
Hoy te recuerdo con una gran sonrisa
desde la inmensidad de tu casa primigenia.
Agradezco tu influencia celestial.
Apenas comienzo a salir de la cruel monotonía.
Me arreglaré para la ocasión, lo prometo solemnemente.

 

 

 

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