II
Van
por mis venas lágrimas de espanto,
pólvora y sal, regueros de agonía;
en olas de ansiedad y de porfía
ahogué mi vida y sofoqué su canto.
Ah, río, río de mi seco llanto,
por dentro corre tu vertiente fría;
cuando los ojos brillan de alegría,
muero de sombra y máscaras levanto.
De todos ya me fui. Ya estoy ausente,
ya navega mi sangre el malherido
y ábrense nuevas llagas en mi frente.
Amor, amor es todo lo que he sido.
Ya pasamos, oh Tiempo, el sol es ido
y la noche se va por mi corriente.
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