Azul
Sí,
es domingo ahora, aunque no lo sea.
El
sol es una magia del que nunca habla, un dictado
en
la lengua más extranjera que existe sobre la vida,
una
metáfora escrita por Dios, la metáfora del silencio.
Te
acercas sin que te vea, caminas a mi lado,
vuelves,
¿de dónde has llegado para ser voz de ausencia?
Con
la luz de los pájaros avanzas hacia mí.
Eres
la blancura de este sol de domingo pleno,
este
sol que está en tus ojos y en tus dedos y en
tu
vestido de seda que brilla como si estuviera
en
un cuerpo vivo. Voy a caminar por el campo
para
saber que no estoy muerto ni perdido.
Voy
a celebrar que este recuerdo no muere porque
se
alimenta de un sol elegido para amarme,
y
para caminar conmigo por la memoria
mirando
la fuerza más poderosa de la ausencia,
un
sol de domingo que enciende en mí tu nombre.
De:
“Madre”
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