martes, 6 de diciembre de 2022

ANDREA VALBUENA

 

  

Oídos sordos

 

 

Miraba sus labios:

subían, bajaban,

movían las palabras.

Me dijo:

un amor conjugado en pretérito

no vuelve a dejarse suceder.

Yo escondí mis ojos

y eché un vistazo atrás:

Cuatro, seis, diez, doce… —dije—.

Prefiero contar besos antes que abandonos.

 

De: “Lagrimacer o el acto de derramarse”

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario