jueves, 5 de diciembre de 2024

DANIEL ARELLA

 

 

 


 

 

La belleza afilada en la garganta de la puerta

 



No olvido tu rostro, nunca

Mi persona se santifica, creo en el negro de tus manos, siempre

Yo vine oscuro a que me vieras, a ver si no fui yo el que mató al hombre

   Mi miedo es la medida de las cosas

Yo sufrimiento no, acaba, la palabra no puede ser sangre

Yo necesito acabar esto

Necesito que este grito acabe

No sé acabar; las estrellas me dicen que no

Que si es posible

Les creo

Los árboles me dicen que les crea, que las estrellas son mi madre

La locura es tener muchas madres

La locura es la belleza afilada en la garganta de la puerta

“Mide” –“Tú no sabes medir”

 

La oscuridad puede ser un cerebro

Un cerebro de balas incorpóreas, de rosarios de bala

Mi pensamiento tiene la forma de una bala en tu cerebro

Yo nací atravesando tu cuerpo al cruzar la calle

Yo te miraba desde el ojo rojo del semáforo pensar en tu hermano

Te vi pasar desde el gato solitario por la avenida Montparnasse pensando en tu hermano

Yo soy tu hermano

Yo soy la calle mojada que pisas

Me enamoré una vez y era agua y no quisieron recibirme en un cántaro

En un ánfora, o en una bolsa como un pececito naranja

Me dejaron caer al suelo​​ 

Soy un charco que refleja los árboles de la calle

Soy un charco

Soy un charco como un muerto en la calle

 

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