jueves, 16 de enero de 2025

BARBARA KLICKA

 

 

 

Sé de allá, no seas de allá

 



Cuidado, hermana: el tiempo se sienta en el hombro hasta que me a un susto. No hay día tan largo como si llevaras el sol para una ruta exagerada. Y ahora mira: los minutos corrieron bajo el bosque de coníferas,

 

un balcón de uvas, un sillón de rayas suaves. Inclinabas la cabeza, volcabas en el vacío. Éramos demasiado en aterrizajes suaves, no éramos suficientes como para una historia
posterior.

 

Cuidado, querida: te fuiste de casa y moriste en el camino. ¿Qué hace uno entonces: bozal sin barrotes, recoveco sangriento? Era diciembre, golondrina, la primera helada en los pastos.

 

Te trajiste de allá

en tus dedos

huellas de los dientes.

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