Definición
Para
ser pájaro hay que serlo.
Subestimar
la contundencia de dos alas
es
ignorar la gravedad (aunque incumplirla
no
sea siempre transgredir).
Pero
no basta con las alas o las plumas
o
con las láminas de un pico
o
con ser parte de un linaje del Jurásico
(ahí
van los pollos por la vida, los pingüinos, los ñandús…)
como
tampoco es suficiente con volar
(ahí
van los bichos migratorios o la ardilla siberiana
que
apenas flota entre los pliegues de la piel).
Para
ser pájaro hay que serlo
en
la desnuda aparición que no sospecha de sí misma.
De
nada sirve precisar con el lenguaje.
-Ahí
van los pájaros.
-¿Lo
son?
De: “Doble
filo”
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