El
rock de los pobres
Nosotros
los pobres
caminamos
con los pies desnudos
sobre
el pavimento caliente del futuro.
Descubrimos
el rostro a la aurora
y
nos escupen las palomas.
Naufragamos
en nosotros mismos.
Tenemos
el bolsillo roto,
el
pan duro del desespero,
el
brote de ruda en la billetera.
Nosotros
los pobres
bailamos
la pólvora de diciembre
embutidos
en ropa de segunda mano.
De
niños nos sacan los piojos
sobre
un pañuelo,
nos
aplastan el cabello con saliva
y
nos echan café en las heridas.
Somos
los desposeídos de sentido común,
los amputados
de fantasía,
los
que se limpian la nariz con los dedos.
Nosotros
los pobres
incomodamos
la vista, olemos raro
y
viajamos apretujados en los buses.
No
sabemos qué es el Banco Mundial,
pero
bebemos de su agua putrefacta.
Nuestras
manos atrapan la luz del firmamento,
estamos
desesperados por vivir,
sacamos
nuestro ataúd
del
hocico de la locura.
Lo
sabemos, el contrato se rompió
y el
delirio se rompió.
Este
nombre no nos pertenece,
este
cuerpo está vacante.
Nosotros
los pobres
caminamos
con los pies desnudos.
Nadie
se detiene y nos lleva a casa.
Rompemos
la guitarra contra el concreto.
Somos
esta deliciosa música.
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