Ay
de ti, con tu ingenio
abocado a la nada,
pero tan ardiente
–Mírenla, pobre–
Transparentan la linfa tus mejillas
No albergas esperanza alguna
Cómo podrías
Pero estás, aún así,
borracha de ti misma
Sin
querer
Sin saber
Pero tan dispuesta a todo
ignorando, ay, el envés de todo
Lo
de afuera aullaba
clamaba
clamaba aullaba
Te
llamaba por tu nombre
No lo oíste
De: “All
Things Must Pass”
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