Miras a lo que
esperas
y no aparece nadie.
Jesús Delgado
Valhondo
Algunas veces he soñado
con
ventanas y raíles.
En el sueño estás en pie,
junto a la casa
de postigos mudos y desvencijados.
Estás en pie
como un golpe de sal,
con la belleza exacta
de quien contempla la desaparición
de una promesa.
Las ventanas no te mienten,
pero tú contemplas en silencio
el arrogante resplandor de los raíles.
De: “Los motivos del ventrílocuo”
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