lunes, 23 de junio de 2025

RUDHRAMOORTHY CHERAN

 

 

 

1. Un día de lluvia

 


¿Recuerdas
aquel día de lluvia?

El atardecer
empezó con un tono dorado,
y terminó con un aguacero.

Montabas tu bicicleta a mi lado,
a cierta distancia,
pero nuestras sombras, por alguna razón,
bailaban entre nosotros, entrelazadas,
mientras oscurecía el cielo
y moría el polvo
bajo una lluvia infinita.

Nos protegimos del agua
en una cabaña cercana, y nos secamos la cara;
nos goteaban las manos.

¿Recuerdas
aquel día de lluvia?

Completamente empapados, la tinta corrida,
nuestros apuntes de clase
quedarían sin revisar.

Azotando las ramas de las palmeras,
arrasando las hojas de las majagüillas,
aquel día el viento pareció aliarse con el propio mar.
¡Y cómo llovía!

Tú estabas junto a mí,
y la humedad saturaba la cabaña.
A través de la densa, llorosa oscuridad de la lluvia
en una sencilla línea, la luz
recorre el cielo, y se esfuma.

Un relámpago, exclamas,
pero ya no está cuando vuelvo a mirar.
Mientras acechamos el siguiente,
restalla un trueno.

Desde tu rostro surcado por el agua
un mechón de cabellos húmedos
resbala hasta el cuello;
una oveja perdida.

La lluvia se torna una lenta llovizna;
regresamos a nuestro camino
retomando la calle.

Diablos humanos nos acechan
sus miradas se dirían flechas
lanzas que nos atraviesan.
Pero la calle se quiebra y se esfuma
cuando estamos juntos.

Y otra vez la llovizna;
tú y yo juntos, resguardados
tras la oscuridad de las nubes.

¿Recuerdas
aquel día de lluvia?

 

 

De: “Siembra solo palabras”

 

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