Consuelo,
dice un poeta polaco,
es lo que no debe dar
la poesía,
y
menos domesticar lo salvaje.
Recuerdo poco la cita,
pero concuerdo.
Ojalá
mi perro negro en la cuna
y las gatas a mi lado,
me hubieran prestado sus dentaduras
para
mostrar al menos en grafía
la blanca amenaza de esta furia
informe y sin rima.
Canetti
sabía
de lo imposible
de escribir sin dientes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario