viernes, 15 de agosto de 2025

MAURIZIO MEDO

 

  

Antípoda

 

 

No hay conjuros, Calibán. Sólo fruición
de batuque y candombe donde el lenguaje
refalosa y se contrae. Jamás se extingue.

Su mar novela tempestad y vírgenes que preñan.

Conjuro es aquello que se está por pronunciar.
No un legado simbólico que va en deriva por
las aguas del inconsciente colectivo.

Ella espantó.

— ¿Eso es esdrújula o aguda?

La novela resultábale profusa.

— ¿Dijo usted?

— Sí, la realidad.)

Poesía afuera, la piedra más dentro
de la marea que en el espigón.
Saliente entraña, y, a la vez,
hondura de caracol.

El lenguaje, qué furor sobre el agua,
abluce el ser en el estar
hasta reemerger,
sismo de sonoridad,
trópico
y palabra.

De nadie.


 

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