Te
gustaba que presionase tus hombros
en
el colchón, atiborrase algunos dedos en tu boca,
que
te controlase, mantuviese tus palabras dentro.
Te
gustaba que te viese, que estuvieses fuera de alcance,
que
mis manos no alcanzasen. Te gustaba recostarte desnuda
boca
abajo frente a mí, devolverme la mirada,
ver
el deseo que me ponía frenético.
Escribe
como si estuvieses muriendo. Al mismo tiempo, supón que escribes para
un
público de pacientes moribundos. Así es.
Las
cosas son por completo como se presentan, y tras ellas
no
hay nada.
De:
“Tú no estás aquí”
Versión
de Juan Gutiérrez-Maupomé
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