"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
Cuenco
Entrar en el cuenco de mi mano, dejar que apriete una milésima de lo que vos apretaste. Prometo no soltarte. Prometo no arrugarte mucho la piel. A cambio, te prometo las arrugas de mi cara, el viaje en mi pequeño océano lunar.
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