UNA
mujer ha visto tempestades, domina el agua, el
resplandor de la jungla y aun así supera en edad al tiempo.
Ha crecido de más y nada corresponde a la premisa
niña/herida/madre/la que saltó a la comba para comer
espacio y, quizá, ser dueña.
Ha llegado hasta aquí volcada sobre sí misma.
Envejece. No está sola.
Otra
mujer diferente a su postura transita por su voz en el
trayecto ciego ante los años.
De: “La
hermana aprendida”
No hay comentarios:
Publicar un comentario