Hermosura
Viendo
estoy mi beldad hermosa y pura;
ni al
rey envidio, ni sus triunfos quiero, pues más imperio ilustre considero
que es el que mi belleza me asegura.
Porque
si el rey avasallar procura
las
vidas, yo, las almas, luego infiero con causa que mi imperio es el primero,
pues que reina en las almas la hermosura.
Pequeño
mundo la filosofía
llamó
la hombre; sin en él mi imperio fundo, como el cielo lo tiene, como el suelo,
bien
puede presumir la deidad mía
que
al que al hombre llamó pequeño mundo, llamará a la mujer pequeño cielo.
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