Las
dos palabras
Un
Monte es un Monje parado sobre su cabeza.
Un
Monje es un Monte sentado sobre sus pies.
Monte
y Monje
son
la misma cosa.
El
Monte con su cabellera de fuente de lodo.
El
Monje como un siluro dando coletazos al aire.
No
hay un Monte que no haya cabalgado sobre un
Monje.
No
hay un Monje que no haya arrancado de raíces un
Monte.
Los
Monjes se dan silvestres.
Oran
como relojes de péndulo,
a
garrotazos.
Silvosos
como una misa en la calle pelada.
Un
Monte que grita
es un
Monte que calla.
El
Monje corta el Monte con una cuchilla.
El Monte
desgarra el Monje con un serrucho.
Hay
que hablar bien para que todo quede claro.
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