miércoles, 13 de enero de 2016

LETICIA CARRERA L.



  
Inmóvil



Sentada en medio de la oscuridad,
escucho el silencio,
siento mi miedo
el temblor de la manos,
la piel se rompe con el viento.

No conozco de rostros,
ni de formas,
hace mucho que deje de mirar.
Intento huir de esta silla
me ata como amante desesperado.

En la penumbra puedo escuchar
los pasos que me siguen,
que aún no me alcanzan,
que deseo que lleguen,
que tal vez son fantasmas.

Sentada
en la ceguera del mundo
en la habitación de los olvidados,
en la continuidad de la sombras.

Sin moverme
atada a la silla,
espero librarme de la amarras,
tal vez otra silla,
nueva excusa para la oscuridad.



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