El
horizonte desde la Bahía
En
Bahía Desolación
el sol es tan tenue
que lo tratan como a un prematuro.
Recién nacido
del vientre helado de la tierra,
lo miran de frente
apenas amanece,
y le murmuran palabras con firmeza
para que se digne
a calentar el día,
le ofrecen espejos y oropeles,
salmos y rogativas,
y esperan en silencio
mientras sube al cenit.
el sol es tan tenue
que lo tratan como a un prematuro.
Recién nacido
del vientre helado de la tierra,
lo miran de frente
apenas amanece,
y le murmuran palabras con firmeza
para que se digne
a calentar el día,
le ofrecen espejos y oropeles,
salmos y rogativas,
y esperan en silencio
mientras sube al cenit.
De: “Pueblos fugaces”
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