La
memoria por dentro
Las
personas con Alzheimer:
¿recuerdan
los besos verdaderos,
las
guerras infinitas,
el
cúmulo de atropellos y venganzas
tras
la vía láctea de sus vidas?
Esas
manos que parecen buscar un mapa,
¿en
qué rostro están pensando?
Para
ellos un mausoleo
no es
un álbum de lápidas
sino
almanaques vacíos,
paralelos
al
limbo de cosas por volver.
Su
memoria es un columpio:
una
canción
puede
enviarlos a la infancia
o
traerlos de vuelta
con
la mirada sucia de futuro.
Una
mirada que se dilata en el aire,
como
si allí naciera
la
epopeya de los recuerdos
y no
la urna donde habita
un
sufragio de caminos disecados.
Uno
piensa que no debe haber
nada
más triste
que
el olvido del Alzheimer.
Pero
hay quienes cargan
hasta
el final de sus días
una
amarga niñez.
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