Smultronstället
Quiero
descocerme de mi cuerpo
para
danzar sobre mi pecho,
poner
sobre mis hombros
alas de
whisky y ginebra,
prender
de un susurro el epitafio
que
como maldición salir no me deja.
Quiero
levantarme agarrado de la vida,
tomando
la mano que me regala flores,
aferrado
a su alma aún tibia.
Tal vez
si espero otro poco,
algún
despistado se tropiece,
con las
ramas que rondan mis pies.
En mi
cielo no hay chorros de arena,
ni un
Wagner que me levante a patadas.
Todo es
viento rugiendo
del
otro lado del amanecer,
todo es
piedra sobre piedra,
y
algunas voces silenciadas con tierra.
Vivo
donde todos los presentes posibles coinciden,
en un
sueño donde lo raro se repite.
Miro
hacia mi cielo, es siempre de día,
pero
donde debería haber un balcón,
hay un
reloj sin manecillas,
y no
entiendo lo que me quiere decir.
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