Teléfono
Esta
quieto y mudo como un tigre al acecho
ondula
su respiración imperceptible y calla.
Es como
si la voz no fuese a salir nunca
por ese
tuvo de boca anhelante
insaciable
de palabras duras
Este
artefacto vivo
que
vomitó insultos cruentos y también
delicadas
palabras de tu reina de Escocia.
Ese
tubo a través del cual nos hemos herido
en
caleidoscópicos matices de profundidad
también
reconciliado
balbucientes
de ternura como pichones puropico,
sorbido
los mocos del arrepentimiento,
comentando
banalmente sobre la vida de los demás
Ese
tubo por el que nos hemos misericordiado
recíprocamente.
Esta
allí.
Siento
sus latidos que golpean, inflaman
las
venas de mi frente
delatándolo
como a un miserable mercader
de
odios y alegrías
No
vuelvas a llamar nunca.
Romperé
a dentelladas ese cable-cordón umbilical
porque
no quiero oírte
Solo
quiero verte
con
unos ojos que no tengo.
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