domingo, 9 de septiembre de 2018

JUAN MANUEL ZERMEÑO POSADAS





La memoria del pequeño César
hace tiempo que dejé hablando a mis padres solos
tumbé la puerta que era mi boca
y salí de prisa
con las botas bien puestas

-aprendí a alcanzar la caja de cereal de puntitas
sin usar silla ni escalar la alacena-
ya no soy el mismo gatito que no salía de tu cuerpo
tengo bigotes y ronroneo
malas palabras
cuando vi tu boca lo supe todo:
le guardé el respeto suficiente para no venirme en ella
(a mi favor tenía una buena zurda
útil para el box el béisbol
y para mí)
pateando un bote vacío en el camino me he dado cuenta
que no he vuelto a preguntar por droga
ni he agarrado un catarro bajo la lluvia
que el sol no es el buen amigo que decía reyes
le perdí la confianza a los libros de borrachos
no eran manuales de vida
mucho menos literatura
quizá el tiempo dio la razón y no saldrían
rosas de entre mis costillas:
no todo es miel sobre hojuelas
hay que darle al fuego lo que es del fuego



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