viernes, 18 de enero de 2019

DANIEL TÉLLEZ





XXV



Para no desaparecer asido
de las escaramuzas colectivas
indecisos pues de la manzana
dices –dejáramos- la raíz secreta
alcanzada en la navaja de las batallas:
         era caer, digo caer por no decir desierto
         digo luz por las campanadas de la pérdida (el tiempo,
         las huellas de sus ojos, por supuesto)
         yo era el aire por aquello de la sima física
         yo era un yo por aquello de la continuidad
         y las aguas y los asideros
         y  las ruecas.


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