miércoles, 6 de noviembre de 2019

ANA MARÍA FUSTER





¿Seré aquella sombra sin cuerpo que va pasando?



La jornada es larga
como caravana de mentiras,
y solo regresa a mí,
a mi sombra anónima que se libera
a los espejos suicidas que me invitan a cenar.

La soledad
desoja mis dedos resecos
¿no será que se pueden fermentar
para hacer un buen licor de ajenjo
y embriagarme hasta el último latido del deseo
o hasta que la muerte y el sueño devoren mi sombra?



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