¿Seré
aquella sombra sin cuerpo que va pasando?
La
jornada es larga
como
caravana de mentiras,
y
solo regresa a mí,
a
mi sombra anónima que se libera
a
los espejos suicidas que me invitan a cenar.
La
soledad
desoja
mis dedos resecos
¿no
será que se pueden fermentar
para
hacer un buen licor de ajenjo
y
embriagarme hasta el último latido del deseo
o
hasta que la muerte y el sueño devoren mi sombra?
No hay comentarios:
Publicar un comentario